top of page

La reforma financiera que nunca llegó

Caía una lluvia torrencial en una noche de final del verano de 2016. En el piso 12 de una torre de Plaza Inn, seguía la plática iniciada de día sólo cada vez más fuerte para escucharnos en el ruido de la tormenta. ‘Este invitado en verdad les gustaría mucho a los legisladores. ¡Tienen que quedar muy contentos!’, aseguraba uno de los dos funcionarios de Hacienda que nos había convocado esa noche para diseñar el evento que detonaría el trabajo legislativo para pasar la reforma Fintech. Por fin, los planetas se estaban alineando para un grupo de emprendedores e inversionistas después de años de trabajo con las autoridades. En todo caso, la influencia del marco regulatorio siempre fue parte importante para fundar la AFICO desde 2014 y sumarnos a Fintech México en 2016. Llegaba el premio a la persistencia de innovadores mexicanos para crear la ley más avanzada en temas de Fintech en Latinoamérica. Este evento daba seguimiento al compromiso del secretario de Hacienda con la industria y al espaldarazo público del Presidente de la República algunas semanas atrás. Se sentía optimismo en todos los rincones de una de las industrias mejor posicionadas para cambiar nuestro país con tecnología. A menos que cayera una tormenta política, ninguno de los cuatro presentes imaginábamos que podía descarrilar esta reforma importante.

 

‘Están haciendo captación y eso es ilegal’, fueron las primeras palabras del funcionario de la CNBV que visitamos a finales de 2012. Gerardo Obregón estaba iniciando operaciones de la primer plataforma peer to peer en México. Con una tranquilidad implacable, Gerardo comenzó una larga explicación de los beneficios de su modelo para el país y de la configuración legal que le permitía cumplir con el marco regulatorio. Este inversionista acompañaba a Gerardo porque estábamos evaluando una inversión en su plataforma: Prestadero. Esa reunión fue el inicio de una conversación con nuestros reguladores que ha durado cerca de cinco años, dos administraciones y varios cambios en el equipo. Desde esa primera reunión sin acuerdos visibles, la CNBV había hecho un trabajo notable de revisión de mejores prácticas en el mundo, consulta con especialistas e interlocución con una industria diversa y fluida. Ese trabajo prometía a finales del año pasado un nuevo marco regulatorio pertinente a los nuevos tiempos.


Pero a principios de octubre, llegó una tormenta política que congelaría nuestro momentum. El candidato Trump visitó nuestro país en plena campaña, después de haber amedrentado a su aliado comercial más importante. Tan rápido como salió Trump de regreso a Manhattan, el secretario de Hacienda dejó su cargo tras haber promovido esa visita inaudita. La ley Fintech se quedaba sin padrino.


Regulación Lean


Lo primero que revisaremos como inversionistas en el sector Fintech será el impacto potencial que la regulación tendrá en empresas que proveen servicios financieros. La clave estará en los detalles que salgan meses después que una ley se vote. Es indispensable que los nuevos reglamentos permitan que los modelos más asset light operen de forma eficiente sin una carga onerosa de cumplir con los reglamentos. Por otro lado, no debe detener operaciones en escalamiento ni alargar time to market. También es importante que no suba las barreras a la entrada a startups lanzados después de que la ley entre en vigor. En este sentido, es necesario que la ley sea ligera.


Keep your friends close


A pesar de todo el amor que en el ecosistema emprendedor recibimos de los bancos en distintos eventos, pareciera que para ellos las Fintech son inconsecuentes, desiguales en calidad e ignorantes del negocio financiero. A pesar de los nuevos espacios de innovación que abren a los emprendedores, el impacto de la industria tradicional se ha sentido más en el ecosistema por las puertas que sus burocracias han cerrado. ¡Piensen en sistemas de pagos completos desconectados! La ley de ninguna manera deberá de buscar poner al mismo nivel de competencia a las startups con los bancos. Debe de impulsar la competencia y quitarle la tentación a los bancos de inhibirla por su posición oligopólica.


Sandbox regulatorio


Como bien recomendó mi socio Fernando Lelo de Larrea al secretario Videgaray, es clave dotar a la nueva ley de la flexibilidad necesaria para el ritmo aceleradísimo de innovación tecnológica y de modelos de negocios. En Inglaterra, el regulador resolvió el desface de la regulación frente al paso de la innovación con un Regulatory Sandbox que registra startups con nuevos modelos y los pone en observación pero no los audita o ataca en el proceso. La CNBV ha manifestado su interés de incluir esta figura en la ley. Todo estará en como la ejecutan.


La tercera semana de marzo, la industria de servicios financieros recibió después de meses de espera la propuesta de ley Fintech en un documento de 76 páginas. Es difícil evaluar lo que acabará publicándose en el Diario Oficial después de pasar por las Cámaras y el trabajo legislativo. Más difícil aun es anticipar cómo vendrán las disposiciones secundarias que aterrizan la ley en reglamentos y números duros. Solo esperamos que se recuerde en este proceso, la razón original de lanzar esta iniciativa legislativa: más allá de contener el lavado de dinero, de informar a los inversionistas o de enmarcar startups altamente innovadoras, México necesita con urgencia una industria financiera que funcione como motor de la economía y no como vaca lechera de corporativos españoles y norteamericanos. México requiere mayor competencia y mejores incentivos para dar acceso, prestar, asegurar e invertir el dinero de Pymes y consumidores. El objetivo debe de ser primordialmente un país más inclusivo y una economía más productiva.

 

Hace casi 5 años y a pesar de las palabras contundentes del Vicepresidente de la CNBV, decidimos apostarle a Prestadero con una inversión semilla en febrero de 2013. Gerardo tenía el plan de cambiar la forma en que los mexicanos ahorramos y solicitamos crédito. Fuerte de una claridad mental y de un modelo legal sólido, no podíamos no sumarnos a un proyecto con el potencial de cambiar México. Desde esos inicios modestos, Prestadero se ha consolidado como el marketplace de créditos referente en Latinoamérica. En estos años, hemos visto como otros talentos mexicanos están aplicando tecnología para cerrar la brecha financiera en nuestro país. Otros VCs se han sumado a apoyar decididamente la visión de estos emprendedores, creando una ola Fintech que ya no detiene nadie. Con ley o sin ley, México ya ganó.

6 views

SUBSCRIBE to keep up with my writing. 

I write about my work as an investor, a lecturer, and a mentor. In general, musings about Latin American tech, VC and life.

bottom of page